¿Cómo saber que has pasado demasiado tiempo en Dinamarca?

Y si el post anterior aún no te ha convencido, ¡échale un ojo a lo que conocerás tras tu estancia en Dinamarca! (clica en Más información):



- Cuando oler a “gases nobles” en una discoteca ya no hace que te tapes la nariz.

- Cuando ver a parejas bailando salsa cuando en realidad esta sonando house ya no te parece extraño y llegar a casa llena de moratones, porque sus codazos y pisotones ya no tiene importancia.

- Cuando por bailar dando empujones o codazos, no te matan, ni te dan una paliza, sino que simplemente os mirais mutuamente y sonreis.

- Cuando tener la casa llena de botellas de plastico no es un problema, porque la ilusion que hacen esas 20 kr al final de mes cuando las reciclas, hacen que ni te des cuenta de que tu casa en realidad parece un vertedero municipal.

- Cuando llevar una bolsa del supermercado Netto en el bolso comienza a ser costumbre. Nunca se sabe cuando vas a necesitar comprar leche (si, porque la leche es fresca y hay que comprarla una por una), y 3 kr por cada bolsa duelen!

- Cuando ir con el Ipod mientras conduces (coche, bici), no es un problema para la policia.

- Cuando ir en el autobús sin pagar deja de ser una aventura para convertirse en una costumbre.

- Cuando ver a una chica con medias y la falda por la cintura, no te asombra.

- Cuando tu unica aspiracion un sabado por la noche es llegar a casa arrastras.

- Cuando estar borracho a las 10 de la noche gritando en el autobús se convierte en algo normal.

- Cuando gastarse 700 Kr en una noche de borrachera deja de ser un problema.

- Cuando te descubres poniendo una vela en cada rincón de la habitación.

- Cuando descubres que el arte minimalista tiene sentido, que queda bien y todo, y te deja de dar pereza gastarte mas de 60 euros en una cafetera que hace lo mismo que esa de los chinos que vale 5 euros, solo que es de un diseñador danés, claro.

- Cuando dormir con antifaz se convierte en absolutamente necesario, porque las persianas no existen en Dinamarca.
- Cuando las letras å, æ, Ø comienzan a tener sentido.

- Cuando para fregar el suelo te tienes que agachar al estilo Cenicienta o, en su defecto, y mas inteligentemente, poner un trapo húmedo al final del cepillo de barrer. Porque, lamentablemente, nuestro gran invento español, la fregona, no es demasiado común en Dinamarca.

- Cuando tomar café sin leche deja de dañar tu estomago. Y ya cuando lo tomas sin azucar…

- Cuando comer en clase se convierte en un habito: da igual que sea un primer plato, un segundo plato, un bocadillo o una bolsa de zanahorias.

- Cuando salir de la discoteca a fumar a la calle en plena borrachera ya no es un problema.

- Cuando empiezas a pensar que la distancia entre Aarhus y Aalborg es grande.

- Cuando estas dispuesto a pagar por un “cubata” (una parte de alcohol por 10 de Cocacola) casi ocho euros. O 45 kr por una cerveza.

- Cuando estas dispuesto a pagar 120 kr por entrar a una discoteca sin consumición.

- Cuando la primera cosa que haces cuando vas a una farmacia, a un post office o al ayuntamiento es ir directo a por el ticket de la cola, aunque haya veces que tengas que esperar cola hasta para coger el ticket.

- Cuando ponerte como una cuba no impide que al dia siguiente vayas a clase a las 8 de la mañana y des tu opinión sobre tooodos los temas y las preguntas que expone el profesor.

- Cuando falda, tacones y bici comienzan a ser compatibles.

- Cuando ponerle la cadena a la bici, cambiarle la cámara… deja de ser un incordio para ser el pan de cada dia (incluso aunque lleves falda y tacones).

- Cuando la bici se convierte en el unico medio de transporte sensato, aunque sean las 5 de la mañana y vayas tan borracho que casi no sepas pedalear.

- Cuando empiezas a comprender que los daneses no son personas bordes como a simple vista pueda parecer, sino que son un poco mas reservados y, que una vez ganes su confianza, serán amigos leales.

- Cuando tener una bandera de Dinamarca en cualquier parte de tu casa deja de ser extraño, para convertirse en un complemento indispensable.

- Cuando aprendes que las bicis no solo tienen las marchas de toda la vida, sino que también hay bicis con marchas ocultas.

- Cuando el freno de detrás deja de estar en el manillar para estar en los pedales.

- Cuando bien nieve, llueva o relampaguee, la bici será siempre tu medio de transporte.

- Cuando vivir con tu novio a los 21 deja de ser sorprendente.

- Cuando tener tu propia casa a los 20 es posible.

- Cuando cobrar por estudiar deja de ser una utopia y pagar un 60% de impuestos no hace a los sindicatos comenzar una huelga.

- Cuando ver la tele en ingles subtitulada en danés comienza a tener su parte positiva.

- Cuando tragarte TVE internacional no te molesta, por mucho que su programación se base en documentales, cursos de español, telenoticias y, su punto fuerte, ¡Mira quien baila!

- Cuando te resignas a que nadie te entienda cuando preguntas por una calle. Con lo que llevar un cuaderno en el bolso con el nombre apuntado para enseñárselo al conductor del autobús se hace imprescindible.

- Cuando meter maletas en el autobús, bolsas con muebles del Ikea o, en su defecto, carritos de una tal store llamado Bauhaus (jajajajaajaja) no hace que el conductor ponga el grito en el cielo.

- Cuando ver tropecientas farolas y la calle a oscuras ya no te sorprende y dejas de asustarte por caminar sola/o a las 5 de la mañana por calles y residencias en mitad de la nada sin apenas luz (según me dijo un danés, es que el ayuntamiento prefiere gastarse el dinero de la luz en otras cosas…)

- Cuando te descubres en mitad de clase haciendo la lista de la compra, y pensando si el Netto abrirá hoy hasta las cinco o si preferirás ir al Fakta este domingo.

- Cuando salir de fiesta y pasar al Seven Eleven o, en su defecto, al Burguer, se convierte en un ritual.

- Cuando ya no echas de menos las sábanas ni la colcha, porque ahora tienes un nórdico del Ikea que es muy calentito.

- Cuando el Ikea se convierte en tu tienda de confianza asi como el Tiger y el SØstrene Grene.

- Cuando te descubres mangando vasos de los bares, porque la beca Erasmus no te da para comprarte unos en el FØtex, o chupitos del Social, porque consideras que son lo suficientemente bonitos como para decorar tu habitación.

- Cuando vayas al bar que vayas, siempre vuelves a casa con 20 postales gratuitas en el bolso (tambien para decorar la habitación, claro).

- Cuando ver anochecer a las 3 y media de la tarde en diciembre no hace que te mueras de la pena y ver el sol se convierta en algo tan novedoso y excitante, que incluso, hace que te den ganas de ponerte a tomarlo aunque sea pleno diciembre y en la calle haga -1 grado.

- Cuando consigues pronunciar rød grød med fløde sin destrozarte la garganta.

- Cuando consideras que es completamente perdonable robar una bici o tirarla al canal cuando estas borracho.

- Cuando aprendes que las islas Feroe y que Groenlandia pertenecen a Dinamarca, ¡tanto, que incluso te atreves a situarlas en un mapa!

- Cuando vivir en una residencia, por mucho que la casa de tus padres este a diez minutos andando, se convierte en normal.

- Cuando ver común pagar con tarjeta hasta para comprar una hamburguesa del McDonalds.

- Cuando la reina Margarita y toda la familia real en su conjunto se convierte en parte de tu familia.

- Cuando salir a la calle a las 6 de la tarde y ver que esta desierta es normal, porque las tiendas las han cerrado a las 5.

- Cuando cada dia al llegar a casa y encontrar un cúmulo de papeles de publicidad esperándote al otro lado de la puerta, ya ni te molestas en acordarte del cartero comercial (y su familia).

- Cuando compartir cocina o baño con 15 personas deja de parecer un experimento tipo Gran Hermano para convertirse en algo habitual, hasta divertido.

- Cuando comienzas a resignarte a no ver jamás en la vida pescado fresco, a no ser que estés dispuesto a dejarte el sueldo de medio mes.

- Cuando ver bolsas de café gratis, azucarillos gratis… no hace que sientas la necesidad de tener que llevártelos todos a casa, por mucho que parezca que te estén llamando…

- Así como cuando caminas por la calle principal y al pasar por los burros llenos de ropa en mitad de la calle sin vigilancia, sin seguridad, sin alarma, simplemente ni los miras...

- Y, sobre todo, cuando jamás en la vida se te ocurriría decirle gracias o adiós al conductor del autobús.


HAR EN GODT DAG!!!!!

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